Dijo que no sentía lo mismo por mí que yo por ella...
... así que la llamé esa noche porque sabía que ella no estaba en casa. Unos instantes antes la había visto por la ciudad, en la oscuridad. Así que me puse a escuchar su voz en su contestador automático sin dejar mensaje, no sé cuántas veces, no más que diez. En la última llamada dejé un mensaje admitiendo que fuí yo el que la había llamado no sé cuántas veces, solamente para oir su voz.
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Etiquetas: palabras
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