En vez de

Echo de menos estar a tu vera,
nada más.

No sé quién eres, ni sé cómo eres, ni sé de donde has salido.
Tampoco sé cómo te preparas los bocadillos,
todo eso no lo sé.

Lo que sé es que se nos cruzaron nuestros caminos,
que nos miramos, que
dimos la bienvenida a la mirada
del otro y que nos saludamos.

Fuimos valientes,
por unos instantes
nos dejamos caer
y fuimos salvados.

Y ahora ya no te veo.
¿Se acabó,
lo que no hecho más que comenzar?
No lo puedo ni lo quiero creer,
ni deseo creerlo,
no lo creo.

La verdad, sin embargo, es que
en vez de poder
intentar tocarte
estoy
sentado delante
de esta pantalla blanca
conviertiendo sentimientos en palabras.

En vez de mirarte a los ojos,
estoy
sentado delante de este PC
contemplando mis propias palabras.

La verdad es que
en vez de llegar a conocernos
estoy
escribiendo este poema
sobre tu ausencia que nada –absolutamente nada- significaría
si estuvieras a mi vera.




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