Un momento como cualquier otro
Por fin descanso. Ya no me aturden todas esas voces que me dicen qué he de ser y cómo he de ser y cómo he de llegar a ser. Por fin descanso, aquí tendido en el suelo de éste tranvía...
Parece que me he meado...
Los otros me miran. No me importa. Qué me miren ¡Qué miren todo el tiempo que les de la gana! ¡Yo no pienso moverme de aquí! ¡Os váis a ver negras para quitarme de aquí!...
El tranvía no se mueve. Hace un momento que el conductor ha venido a ver qué es lo que está pasando. ¡Estoy tendido en el suelo! No sé por qué le importa...
¿Cómo se habrá enterado? Algunos ya han salido y se van andando...
¡Tiene gracia!
-¡Jaja... jajaja! -
Ahora la gente se mueve por mí. Yo no me muevo. ¡Qué se vayan los otros! Yo ya he hecho más que suficiente por los otros. Ahora que los otros hagan algo por mí. Qué me dejen tranquilo tendido en el suelo de este tranvía, a donde no pienso, no siento, no me dejo aturdir...
Qué tranquilidad. Por fin descansar...
Oigo las sirenas de una ambulancia. ¡Qué pesados! ¿¡No pueden dejarme en paz!? Qué alivio sería quedarme dormido y no despertar ya más...
Ahora oigo las sirenas de otra ambulancia. ¡Por fin alguién se preocupa por mí! ¿O es que solamente quieren quitarme de en medio para que puedan seguir viviendo sus vidas?...
¡No importa! Ni me entero de nada. Menos mal que ya no me entero de nada...
¿Se estarán preocupando por mí?...
.
Parece que me he meado...
Los otros me miran. No me importa. Qué me miren ¡Qué miren todo el tiempo que les de la gana! ¡Yo no pienso moverme de aquí! ¡Os váis a ver negras para quitarme de aquí!...
El tranvía no se mueve. Hace un momento que el conductor ha venido a ver qué es lo que está pasando. ¡Estoy tendido en el suelo! No sé por qué le importa...
¿Cómo se habrá enterado? Algunos ya han salido y se van andando...
¡Tiene gracia!
-¡Jaja... jajaja! -
Ahora la gente se mueve por mí. Yo no me muevo. ¡Qué se vayan los otros! Yo ya he hecho más que suficiente por los otros. Ahora que los otros hagan algo por mí. Qué me dejen tranquilo tendido en el suelo de este tranvía, a donde no pienso, no siento, no me dejo aturdir...
Qué tranquilidad. Por fin descansar...
Oigo las sirenas de una ambulancia. ¡Qué pesados! ¿¡No pueden dejarme en paz!? Qué alivio sería quedarme dormido y no despertar ya más...
Ahora oigo las sirenas de otra ambulancia. ¡Por fin alguién se preocupa por mí! ¿O es que solamente quieren quitarme de en medio para que puedan seguir viviendo sus vidas?...
¡No importa! Ni me entero de nada. Menos mal que ya no me entero de nada...
¿Se estarán preocupando por mí?...
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Etiquetas: cuentos
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